Si sales al rellano sin llaves, cuida de que una ráfaga de viento
no te cierre la puerta de casa. Quizá tendrías que dormir al sereno.
O lo que es peor, quizá tendrías que pedir ayuda al vecino.
HUI TSUNG-TAO
Poeta confucionista del siglo VIII,
dinastía Tang
INTRODUCCIÓN
En este pequeño estudio pretendo
hacer un humilde análisis de una inquietud que me acompaña a lo largo de mis
casi 20 años de ejercicio profesional en diversas ONGs en España. Me pregunto cómo,
enarbolando la bandera de la Solidaridad (haciendo uso de ONGs dedicadas a
ello), personas, supuestamente “altruistas”, consiguen (o no)“sublimar” sus
carencias en torno al poder, utilizando la posición jerárquica superior que
estas entidades les proporcionan, para
situarse socialmente “por encima” de otras personas a las que en el fondo
consideran superiores y a las que temen y odian por ello.
Seguiré un sencillo esquema:
empezaré definiendo los términos “solidaridad”, “altruismo” y “sublimación”
para pasar a relacionar estos conceptos con datos sobre voluntariado social y
una ONG en concreto: Cruz Roja Española.
Duvignaud (1.990) Hace un análisis de la evolución
histórica del concepto “solidaridad”, del origen de la solidaridad como unión
de personas alrededor de una idea, una imagen, una lucha.... que permite ir
contra lo instituido.
Siguiendo a G. Piana, el concepto de solidaridad nació en
un ámbito jurídico para designar la responsabilidad in solidum de varios
sujetos respecto a una prestación que no es susceptible de división y de la que
tiene que responder cada uno de manera total. Con la modernidad, la solidaridad
asume más bien un valor antropológico y ético. En la perspectiva cristiana la
solidaridad adquiere un valor teologal. Esta solidaridad es el fundamento y el
modelo de las mismas relaciones humanas, que han de realizarse bajo el signo de
una efectiva reciprocidad. La solidaridad se transforma así en instancia ética,
que implica en su interior una estrecha conjunción entre la justicia y la
caridad.
La situación de creciente interdependencia entre los
diversos pueblos de la tierra ensancha
los horizontes de la solidaridad. Ésta adquiere dimensiones cada vez más institucionales y asume connotaciones
universales en relación con las condiciones de
subdesarrollo del Sur del mundo. Sin
embargo, la crisis de las ideologías ha hecho que haya una disminución de la
tensión social y política.
La complejidad de la sociedad ha terminado alimentando la
aparición los impulsos corporativos en los que prevalece la búsqueda del propio
interés y la falta de apertura al bien colectivo. La misma crítica al
"Estado social" esconde con frecuencia una clara voluntad de
afirmación individual, de exaltación de lo «privado" y de su eficiencia
fuera de toda lógica de solidaridad.
Siguiendo a J. Angel Bergua, en las sociedades
primitivas se aplicaba el llamado “principio de reciprocidad” (el don), acto
social básico basado en la obligación de dar y el derecho a recibir. Así se
evitaban las desigualdades. Cuando aparecen las sociedades donde este principio
se disuelve, el mecanismo para evitar las desigualdades desaparece. Como dice
Bergua, …”dentro de cada sociedad la vanidad y la libido dominandi triunfarán y
la gente pasará a estar en deuda respecto al líder”.
Analicemos un
estudio reciente en Chile sobre la Solidaridad de José Antonio Román Brugnoli, Investigador responsable Proyecto FONDECYT Nº 1061250,
Profesor Adjunto Facultad de Psicología Universidad Alberto Hurtado, Santiago
de Chile (agosto de 2008).
Se
trató de un estudio realizado con metodología mixta cualitativa y cuantitativa,
efectuado entre marzo de 2006 y marzo de 2008. Uno de los objetivos generales
que persiguió el proyecto fue conseguir una descripción y comparación de las
diversas construcciones que se hacen respecto de la solidaridad y su relación
con las prácticas de solidaridad entre chilenas y chilenos, jóvenes y adultos,
de distintos niveles socioeconómicos.
Un
extracto de los resultados que Román Brugnoli ha obtenido:
-
Existe un consenso
generalizado en todas las variables de clasificación de los encuestados
respecto de que las opciones más relevantes para caracterizar una acción
solidaria son “Espontánea y voluntaria”, y “Gratuita y desinteresada”.
-
Dentro de las
afirmaciones que acumulan mayores porcentajes de respuestas se encuentran
aquellas que le otorgan una responsabilidad al Estado en la generación de las
condiciones necesarias para el desarrollo de la solidaridad, principalmente a
través de políticas públicas que apunten hacia el bien común y la igualdad de
oportunidades. Esto contrasta con el bajo porcentaje de encuestados (sólo un
5%) que considera necesario el “fortalecimiento de un sector especializado
(instituciones de beneficencia, fundaciones y ONG) en el tema de la
solidaridad, que realice una administración eficiente de los recursos
sociales”. También resulta interesante destacar que una afirmación de carácter
psicológico-idiosincrático acumula un mayor porcentaje de respuestas que
afirmaciones que ponen énfasis en cambios sociales de carácter estructural,
como se desprende de la afirmación “Se debería cambiar profundamente el actual
modelo económico hacia uno equitativo”. Lo relevante de una afirmación de
carácter psicológico-idiosincrático es que focaliza la responsabilidad de la
solidaridad en los individuos y no en el Estado ni en las organizaciones del
tercer sector.
J. Angel Bergua (2009, p.p. 158) indica que en el
último informe de la Fundación BBVA se muestra que los españoles, aunque tienen
bastante confianza en las instituciones y los profesionales, quienes más
confianza les inspiran son los amigos y la familia.
Franz
Nuscheler (Director del Instituto de Investigaciones sobre la Paz y el
Desarrollo, de la Universidad de Duisburgo), en un articulo publicado en Internet (“Las ONG en la picota”), comenta,
entre otras cosas que las ONG no conforman una unidad uniforme, sino una
estructura heterogénea, con virtudes, pero también lados débiles. Dice que algunas ONG se inclinan por moralizar, lo
que les vale la etiqueta de «bien intencionadas», pero ello no revela que hayan
reflexionado en profundidad y sus propuestas están a menudo muy alejadas del
mundo real. El moralismo y la calidad de «alma noble» es mortal para el diálogo
y, por si fuera poco, contraproducente. Ello no es una crítica a principios
morales, tales como la justicia y la solidaridad, pero sí una crítica a la
moralina santurrona, que sólo reconoce las propias verdades y es por lo tanto
bastante intolerante.
Carlos Gómez Gil, en su libro “Las ONG en la
globalización. Estrategias, cambios y transformaciones de las ONG en la
sociedad global.” (2004), nos alerta sobre que en las propias
organizaciones, como consecuencia de la globalización, se producen inaceptables paradojas como, por
ejemplo, que estén compatibilizando discursos públicos de solidaridad y de
justicia social con políticas internas basadas en la precarización de sus
trabajadores o en la instrumentalización de su voluntariado.
Y, de nuevo siguiendo a Duvignaud, haciendo
referencia a la organización interior de los artesanos ya desde el siglo XI
(1.990, pp. 60): ...¿La solidaridad
encerrada en sí misma y fija en reglas imprescriptibles, no propicia, acaso, la
germinación de una mitología justificativa?
También este autor habla de otros tipos de
solidaridades: las que surgen como vínculos de sangre, las urbanas (obreros
frente a lo establecido), la de los artistas, unidos frente a lo invisible...
la creación imaginaria que fundamenta estas solidaridades. Duvignaud hace un
interesante recorrido por las diferentes manifestaciones y formas que ha tomado
la solidaridad a lo largo de los siglos: solidaridades obreras como forma de
supervivencia, la solidaridad de los poetas que exaltan la violencia obrera como
al alba de una revolución, las solidaridades del destierro (nos cuenta el caso
de Chateaubriand). Duvignaud nos ofrece una visión de la solidaridad como
“unión ante lo instituido”, o así lo veo yo.
Pero la evolución continúa, los hombres y mujeres
nos unimos en “solidaridades” que buscan el cambio de lo establecido, se hacen
más complejas las relaciones, se insertan nuevos conceptos basados en alianzas,
en poder... y muchas veces, por desgracia, se “utiliza” lo solidario como
“cortina de humo” que oculta motivaciones personalistas.
SOBRE LA
PERSONA ALTRUISTA
Comencemos
con un poco de humor, aunque para mí, no exento de cierta carga de razón. En la
web “inciclopedia” (supongo que surgida como contraposición a la Wikipedia que
todos y todas consultamos) se dice esto sobre el altruismo:
Altruista
Un claro ejemplo de altruismo es el Papa: vive en la más absoluta pobreza para ayudar a los pobres
Un altruista es un gilipollas que hace algo sin recibir nada a cambio, por inspiración divina, o porque va de progre.
Historia:
Hay que
señalar que, sin duda debido a algún tipo de alteración genética, la esperanza
de vida de los altruistas era bastante más reducida que el del resto de sus
congéneres, aunque eso no evitó que se reprodujeran sin problemas. De hecho una
de las frases más utilizadas de la época era "cada día nace un
altruista".
Ya en el 2000 o 3000
aC (año arriba año abajo) Egipto es testigo de un nuevo fenómeno: los altruistas
ascienden en la escala social y se convirtieron en gobernantes, imponiendo un sistema de
gobierno conocido como altruismo
masivo, consistente en seleccionar a un puñado de personas y regalarles
pedruscos para que construyeran cosas en algún solar abandonado. Este tipo de
comportamiento generó a su vez un altruismo retroactivo, cuando los
mencionados aficionados a la arquitectura regalaron a sus benefactores toda una
serie de templos y mausoleos gansos.
Durante miles de años
y dado la gran cantidad de gente ociosa que había
por el mundo,
los altruistas continúan dándoles cosas para que se entretengan. Hasta tal
punto llega este altruismo desenfrenado que incluso les pagan cruceros desde África
hacia todas las partes del globo.
A principios del siglo
pasado, este rollo del altruismo fue bastante de capa caída, y acabó siendo
sustituido con mucho éxito por dos corrientes filosóficas que hoy en día están
pegando fuerte: el egoísmo y la vagancia, paradójicamente impulsadas por
aquellos que antes se beneficiaban de la gratitud de los altruistas... y es que
el mundo esta lleno de desagradecidos.
Se sabe que algunas religiones como
la cristiana o la budista
promueven este tipo de comportamiento contranatural como base central de su
credo, según parece para liberar a sus fieles del peso de sus
bolsillos.
También se
dice de la persona que actúa desinteresadamente, es decir, sin mostrar ningún
interés por lo que hace, pareciéndose en este punto a la doctrina española
del Tarde, mal y a rastras™.
Los que colaboran en
la Inciclopedia
Bien, volviendo al tema
del altruismo, es interesante el análisis de Manuel de la Herrán Gascón
(Bilbao, 2002) [1], en el
que se ocupa de intentar responder a la pregunta de si tiene realmente el
altruismo un lugar en la evolución humana. Analiza diversas teorías que
explican la evolución de los seres vivos, y analiza el papel que tiene o puede
tener la cooperación, relacionándolo todo con la Computación Evolutiva
y la Vida Artificial. Herrán indica que
la evolución selecciona aquellas características que hacen que los individuos
sean capaces de tener descendencia: Si
cualidades como la vista, el olfato, la agilidad, el tamaño, la fuerza, la
posesión de colmillos, el aspecto colorido o la capacidad de alimentarse de
dietas muy variadas han sido seleccionadas hasta ahora, en lo que respecta a
los humanos, los criterios parece que son y van a ser muy distintos… el
atractivo sexual, la inteligencia… En cuanto a los comportamientos, es evidente
que la cooperación (con interés por ambas partes) es el más útil y el
mayoritariamente seleccionado…
Herrán concluye su análisis diciendo que la
esencia del hombre es su yo sensible. Si los yo sensibles de todos los seres
vivos fueran en definitiva la misma cosa, y todos fuéramos conscientes de ello,
podría producirse la cooperación y el altruismo. Me parece interesante, como
digo, su análisis basado en la genética y la evolución. Pero también pienso que
el egoísmo, tal y como él mismo reconoce, forma parte del ser humano (Darwin lo
llamaba el “gen egoísta”). Quizá la lucha entre egoísmo y altruismo sea parte
de nuestro ser. Algunos filósofos como J.S.Mill defendían que el ser humano no
es naturalmente altruista, sino que necesita ser educado para llegar a serlo.
Un libro fundamental para entender el altruismo
desde la perspectiva evolucionista, es uno de los varios escritos, aparte de numerosos artículos,
por el Profesor Lee Alan
Dugatkin, de la Universidad de Louisville: La Ecuación del Altruismo,
traducido al castellano como Qué es el Altruismo.
El Profesor Dugatkin se ha especializado en la evolución del comportamiento
social en los animales, por lo que comprender cómo pudo surgir, perdurar y prosperar
el altruismo, a pesar de las fuerzas selectivas en contra, es clave para su
trabajo. El equilibrio está en la ecuación a la que dedica su obra: r*b>c
r- Relación genética entre dos personas.b- Beneficio del acto altruista para el receptor.
c- Coste por el acto de altruismo.
Se trata, sin duda, de un difícil equilibrio.
Duvignaud también nos habla de la evolución de la
solidaridad en el libro referenciado más arriba. Analiza el origen en los
vínculos de sangre, para pasar a las solidaridades urbanas y hacer un asomo de
relación entre lo que hoy llamamos “cultura” y estas solidaridades. Referencia
a Pirenne cuando explica la solidaridad entre campesinos como equilibrio frente
a los “burgueses”, como alianza frente a los establecido.
Cambiando de tercio, David Kelley
analiza la relación entre altruismo y capitalismo. Defiende que …no hay misterio acerca de dónde proviene la
antipatía moral contra el mercado. Nace en la ética del altruismo, que está
enraizada profundamente en la cultura occidental, al igual que en la mayoría de
las culturas. Según los parámetros del altruismo, la persecución del propio
interés es, en el mejor de los casos, un acto neutral, fuera del campo de la
moralidad, y en el peor de los casos un pecado. Es verdad que el éxito en el
mercado se consigue por los tratos voluntarios, y satisfaciendo las necesidades
de otros. Pero también es verdad que quienes triunfan están motivados en el
lucro personal...
Interesante también el trabajo de la escritora y
filósofa norteamericana Ayn Rand, cuya fama – o notoriedad – descansó en la
batalla que le presentó al altruismo. Defiende una filosofía ética alternativa
(Ética objetivista). Es una ética individualista, que defiende el derecho moral
de perseguir el propio interés.
Los altruistas sostienen que la vida nos presenta
una elección básica: debemos sacrificar a otros para nosotros o sacrificarnos
nosotros por los demás. En otras palabras, debemos ser predadores o altruistas.
Pero esta es una falsa alternativa, de acuerdo con Rand. La vida no requiere
sacrificios en ninguna dirección. Los intereses de la gente racional no están
en conflicto y la procura de nuestro genuino interés requiere que tratemos con
otros por medios pacíficos, por cambio voluntario.
Bien, según mi forma de verlo, tanto Kelley como
Rand acercan sus posiciones y de alguna manera justifican el hecho de que las
personas podamos ser “altruistas” y buscar nuestra satisfacción sin que sean
incompatibles con la ética ambas posturas. Por tanto, sería evidente por un
lado que algunas personas se “lucran” a partir de sus actos altruistas. Otra
cosa son las razones. Para mí, en algunos casos, estas razones son
inconscientes, respuesta a una “sublimación” de carencias del ser humano, quizá
más cerca de lo que Dugatkin responde cuando en una entrevista se le pregunta
sobre cómo
puede explicar el buen samaritano: alguien que ayuda a otro al que
probablemente nunca verá de nuevo: Yo no diría que pueda
explicar cualquier acto específico en un comportamiento tipo “buen samaritano”.
Dicho esto, la clave puede ser la reputación. Los seres humanos son muy
conscientes de lo que otros piensan de ellos. Aunque los buenos samaritanos tal
vez nunca vuelvan a ver a aquellos a los que han ayudado, están siendo
observados por otros, y desarrollan la reputación de alguien bueno en quien se puede
confiar. Sé que esto suena bastante cínico pero, como científico, esta es mi
hipótesis de trabajo. Como habitante de la sociedad humana, sólo puedo estar
feliz de que tengamos algunos buenos samaritanos.
Entonces, en nuestra sociedad
actual y volviendo a las organizaciones dedicadas a la Solidaridad, ¿por qué
las personas se hacen voluntarias, es decir, deciden ejercer su altruismo? Parece, por los diversos estudios realizados, que en las motivaciones de las personas que
se ofrecen voluntarias, existe una mezcla de altruismo y puro interés (J.A.
Bergua, 2009) (5). En 1983 EDIS, en un amplio estudio sobre el
voluntariado en España (EDIS, 1983) (6), analizan las motivaciones de los
voluntarios. Consideran que las motivaciones básicas son:
-
Orientación al otro:
con fuerte carga de humanismo.
-
Orientación al yo: con
fuerte carga de egoísmo.
-
Comprensión de la
realidad colectiva: con fuerte carga de politización
En un estudio realizado
para Cruz Roja Española por ALEF (ALEF, 1991)(7) destaca que las
motivaciones se moverían entre la caridad/sacrificio (deseo de ayudar al
prójimo) y la idea de rebeldía (solidaridad). Las motivaciones se podrían
agrupar en:
-
Necesidad personal de ayudar
a los demás.
-
Necesidad de hacer
algo útil.
-
Necesidad de conocer
nuevas experiencias, de relacionarme con gente similar.
-
Necesidad personal de
mejorar la sociedad.
-
Por intereses profesionales o de otro tipo.
En una investigación
realizada por el Instituto Henry-Dunant (Meurant, 1986) (8) en 59 países de
todo el mundo llega a una conclusión muy similar. Las motivaciones se
orientan según dos ejes complementarios:
1.- Factores éticos y morales: Servir al
prójimo, dar pruebas de solidaridad, servir a la organización.
2.- Factores materiales y personales:
Cumplir una tarea precisa correspondiente a una necesidad concreta, previamente
identificada, adquirir una formación, buscar valoración social y personal.
Para otros autores, los
tres ejes principales que pueden explicar el proceso motivacional de los
voluntarios son (Zurdo, 2003) (9):
-
Orientación
Individualista: Se parte de las necesidades, carencias o intereses personales.
-
Orientación Moral:
Satisfacción de necesidades ajenas, partiendo de unos valores morales que
fundamentan una ética practica.
-
Orientación Social:
Acción colectiva que trata de lograr la intervención y la transformación
social.
Como vemos se mantienen
a lo largo de diferentes estudios un continuo entre “dar” y “recibir”
que se deberá tener en cuenta a la hora de trabajar con voluntarios, ya que si
no reciben una recompensa económica, deberán recibir satisfacciones de otro
tipo. En el anexo expongo algunas manifestaciones de personas voluntarias de
Cruz Roja Española (“Historias voluntarias” en www.cruzroja.es)
Parece entonces que el
altruismo puro no existe y de una forma u otra siempre se espera una recompensa
(Smith, 1982) (10). Que no seamos capaces de
identificar la recompensa, no quiere decir que no exista. Así, según la teoría
funcional sobre motivación del voluntariado (Clary y Snyder, 1991) (11),
cuyo modelo en España ha sido investigado por Cabanas y Chacon (12), parte de
la idea de que no existe un único factor para hacerse voluntario y que
dependiendo de factores personales, tendrán más importancia unos u otros:
expresión de valores individuales, ajuste social, forma de adquirir
conocimientos y habilidades o una forma de aliviar miedos y ansiedades,
sentimientos de culpa, frustraciones vitales…
Para añadir aún más complejidad a lo que vengo “decontruyendo”: mi
experiencia de muchos años (empiezo a creer que demasiados) en el mundo de las
ONG, me ha hecho ver muchas formas de altruismo, base de la solidaridad que une
a los que quieren ofrecer algo y a los que necesitan ese algo (y viceversa). Un
ejemplo: de las antiguas APAS (Asociaciones de padres, ahora de padres y
madres) en los colegios, surgen, allá por los años 70 y 80, una serie de
familias que unen sus esfuerzos para conseguir que el Estado cree servicios y
recursos para garantizar la igualdad de oportunidades para las persona con
discapacidad intelectual (entonces “retrasados mentales”). Se unen en
asociaciones, luchas por obtener subvenciones, crean servicios...y estas
familias, o más concretamente la o las personas que forman las Juntas
Directivas, los más implicados e implicadas,... terminan teniendo que manejar
dinero, personal...es decir, acaban “profesionalizándose”, de manera que de la
“lucha por la igualdad” se pasa poco a poco a la competitividad empresarial
pura y dura.
No dudo de las razones “nobles” de los inicios... pero, es mi
opinión, la motivación es egoísta. No juzgo, sólo interpreto mi experiencia,
basada más en solidaridades “instituidas” más que en las “solidaridades
errantes” de las que habla Duvignaud.
SOBRE LA SUBLIMACIÓN
…”la sublimación es una modalidad
de recubrir y, a la vez, de hacer surgir lo real al que el sujeto se confronta
(tuché)” Hervé Castanet
La concepción freudiana de la sublimación se
expone inauguralmente en la Metapsicología de 1915, en su capítulo inicial: “Pulsiones
(Trieb) y destinos de pulsión”(1). Para Freud hay cuatro destinos
pulsionales: El trastorno hacia lo contrario, la vuelta
hacia la persona propia, la represión y
la sublimación.
Lacan, en su Seminario XI, hará hincapié en lo
que la pulsión pone en juego para captar la lógica de la sublimación. La
operación de sublimación permite ver la manera en que la pulsión objeta la
mitología de la satisfacción (Befriedigung): “La satisfacción de la pulsión
es llegar a su Ziel, a su meta. La fiera sale de su guarida querens quem
devoret...”.(2).
Freud
dice que la sublimación es también satisfacción de la pulsión, a pesar de que
está inhibida en cuanto a su meta –a pesar de que no la alcanza. La sublimación
no deja de ser por ello una satisfacción de la pulsión, y además sin represión
Lacan añade: “En otros términos, en este
momento no estoy copulando, les estoy hablando y, sin embargo, puedo alcanzar
la misma satisfacción que copulando. Ese es el sentido del asunto.” (3)
Pero esta satisfacción no es unívoca –“es
paradójica”. La pulsión no encuentra su objeto, da un rodeo –lo falla y lo
escamotea. Es a título de perdido, radicalmente, que el objeto entra en función
abriendo el campo de su búsqueda –la repetición. Esta falla relativa al objeto
articula la satisfacción pulsional con la categoría de lo imposible. Dicho de
otro modo, como goce “no conviene”: gozar de la falla. Objeto, pulsión y
sublimación devienen tres términos inseparables. Como resultado: la sublimación
es goce, es decir la unión de la satisfacción y lo real (= lo imposible).
Bien, recuperando el motivo de este análisis y
aterrizando sobre la pregunta que me ocupa, planteo que las personas tenemos de
partida un afán de satisfacción “pulsionar” hacia el Poder. Mediante la
sublimación conseguimos lo imposible, y por tanto el goce que esto supone.
SOBRE EL
PODER
Definiciones
enciclopédicas de poder:
- Estar
capacitado, reunir las condiciones, para hacer lo que se expresa.
- Facultad
para hacer algo.
- Dominio
o influencia que uno tiene sobre alguna cosa.
- Posesión
actual o tenencia de una cosa.
- Fuerza,
capacidad, eficacia.
- Capacidad
de provocar ciertos efectos.
- Autorización
para hacer algo dada por una autoridad competente para darla.
Según
Weber: " el poder es la probabilidad
de que un actor dentro de un sistema social este en posición de realizar su
propio deseo, a pesar de las resistencias".
El
poder organizacional, que es el que nos interesa, es la capacidad de influir en
las personas y los sucesos.
Para
el sociólogo Max Weber (1968),
la sociedad moderna está amenazada por el creciente fenómeno de la
concentración del poder dentro de las organizaciones. Uno de sus discípulos, el
sociólogo francés Robert Michels
(1949), advirtió que las modernas organizaciones tanto privadas como estatales
tienden a quedar bajo el control de reducidos pero muy poderosos grupos
políticos o financieros. Según la visión de Michels, aunque los líderes sean
elegidos democráticamente con la mejor de las intenciones de uno y otro lado,
se observa una tendencia a integrarse a élites que se preocupan básicamente por
la defensa de sus propios intereses y por defender sus posiciones, a toda
costa.
A
propósito de lo que Michels comenta, aporto un anexo sobre el sistema de
elecciones de Cruz Roja Española, un análisis sobre sus Principios
Fundamentales y el Código de Conducta como soporte documental a mi análisis. El
sistema electoral es un complejísimo proceso estructurado en torno a las
personas voluntarias y socias de la organización. El personal laboral
(“remunerados,”, en el argot de Cruz Roja) no sólo queda fuera del proceso
electoral (lo que puede ser lógico hasta cierto punto), sino que ni mucho menos
tiene casi ningún sistema de participación, ya que en la mayoría de Asambleas[2]
(entre ellas Aragón como autonómica y las provinciales de Zaragoza, Huesca y
Teruel) ni tan siquiera se tiene un Convenio Colectivo propio. En todo
documento que regula el organigrama de cada Asamblea, quedan obviadas las
personas contratadas, apareciendo como máximo como “referentes” y siempre por
debajo de la “pirámide de poder”.
Independientemente
de la estructura piramidal (ciertamente criticable en la era de la innovación,
el trabajo en equipo, la gestión de competencias….), y de que, como se ve, se
usa un lenguaje totalmente masculinizado (en plena época de la igualdad de
oportunidades, de la no discriminación por razón de género….), sólo comentar
que, salvo el personal de proyectos, todos los demás cargos son voluntarios, en
la mayoría de los casos, como ya he comentado, sin preparación expresa para
ejercer el cargo en cuestión.
El
modelo de autoridad más característico de las organizaciones modernas, según Weber
es la autoridad legal, que tiene las siguientes características:
-
Una organización continua de funciones oficiales
sujetas a reglas.
-
Una esfera específica de competencias
basada en una división del trabajo, con autoridad y sanciones que aseguren una
adecuada ejecución de rol.
-
Gobierno sobre la conducta de un puesto mediante reglas
y normas técnicas
y el requerimiento de entrenamiento
especializado para quienes ocupan ese puesto.
-
Completa separación de los bienes
que pertenecen a la organización y las pertenencias del sujeto que desempeña el
puesto.
-
Quien ocupa el puesto no tiene derecho sobre este. No
puede apropiarse de su posición oficial en interés propio.
-
Los actos, las decisiones y las reglas administrativas
se formulan por escrito.
Como he dicho más arriba, en Cruz Roja
está muy bien definida la normativa que regula los cargos voluntarios. La
normativa respecto al “remunerado” ya he dicho que es prácticamente
inexistente, quedando por tanto muy “al pairo” de lo que los superiores
jerárquicos estimen qué es o qué no lo correcto. Tengamos en cuenta el dato de que para
acceder a un puesto de poder dentro de la organización (y recordemos que todos
los cargos directivos en CR son voluntarios), no se exige ninguna formación
específica. Existe un Plan de Formación para el voluntariado pero es
absolutamente opcional, y se les ofrece una vez han adquirido el cargo, no
antes.
Creo que este sistema es un caldo de
cultivo estupendo para aquellas personas con ansias de poder pero sin la
cualificación necesaria para ejercer un liderazgo eficaz. Y tiene que ver,
según mi opinión, más con la sublimación de las carencias de estas personas que
con un afán real de solidaridad. Lamentablemente, mi experiencia me ha hecho
ver esta realidad. También la del voluntariado activo, sin puestos de poder,
que ejercen su labor voluntaria de acuerdo a los conceptos y teorías sobre el
altruismo que estamos viendo en este documento.
Como dice Duvignaud (1.990, pp184): “ La buena conciencia confortada por la
razón, la historia o la coherencia de una doctrina, está, como el camino del
infierno, empedrada de buenas intenciones.”
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
1.- S. Freud (1915). Pulsiones
y destinos de pulsión, Obras Completas, vol. XIV. Amorrortu Editores,
Buenos Aires(1984).
2,. J. Lacan (1964). Ibídem, pág. 172 y ss.
.
3.-
J. Lacan (1972-73). Aun, pág. 73. Paidós, Buenos Aires(1991).
4.-
J.A. Bergua. Deconstrucción de la
solidaridad
5.- J.A. Bergua. Sociología de la Política, Ed. Mira, 2009
6.- EDIS:
"El voluntariado en el campo de la marginación social: una aproximación
psicosociologica". EDIS. Madrid, 1983
7.-ALEF
MILLWARD BROWN: "Estudio sobre el voluntariado de la Cruz
Roja". Cruz Roja Española. Madrid 1991.
8.- MEURANT,
JACQUES: "El servicio voluntario de la Cruz Roja en la sociedad de
hoy". Cruz Roja Española. Madrid 1986.
9.- ZURDO
ALAGUERO, ANGEL: “Voluntariado y estructura social: fundones sociales y límites
en <Las entidades voluntarias de acción social en España: Informe
General>, Fundación Foessa, Madrid 2003.
10.- SMITH, HORTON, DAVID: "Altruism,
Volunters and Volunteerism" in John D. Harmon ed. <<Volunterism in
the Eighties: Fundamental Issues in Voluntary Action>>.
Washington DC, University Press of America 1982.
11.-
CLARY, G. Y
SNYDER, M.: “A funcional analysys of altruism and prosocial behabior. The case
of volunteerism. Prosocial Behavior” Rewiew of Personality and social
Psychology”, nº 12, 1991
12.-LOPEZ-CABANAS,
MIGUEL Y CHACON, FERNANDO: “Intervención Psicosocial y Servicios Sociales: Un
enfoque participativo”. Editorial Síntesis, Madrid, 1997.
OTRA BIBLIOGRAFÍA DE INTERÉS
J. Duvignaud, La Solidaridad, Fondo de cultura económica, México, 1.990
T Goffi - G. Piana, Solidaridad, en
NDTM, 1728-1737;
C. Maccise, Solidaridad, en NDE,
1329-1337;
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solidaridad, Verbo Divino, Estella 1989;
M. Vidal, La solidaridad: nueva frontera
de la teología moral, en Studia Moralia
23
(1985) 99-126;
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C. Gómez
Gil. Las ONG en la globalización.
Estrategias, cambios y transformaciones de las ONG en la sociedad global.
Icaria Editorial, Barcelona, 2004
Barnett, S.A. et al. (1962) Un siglo después de Darwin, 1. La Evolución
(Alianza Editorial)
Castrodeza, Carlos (1997) ``La
evolución sin Darwin: La biología ultramontana'' (,en Revista de Libros,
número 9, septiembre de 1997. Ed. Fundación Caja Madrid)
Dawkins, Richard (1994) El gen
egoísta (Salvat Ciencia.)
Fouts, Roger y Tukel Mills, Stephen (1999) Primos hermanos. Lo
que me han enseñado los chimpancés acerca de la condición humana (Grupo
Zeta, 1. edición. Título
orginal: Next of Kin. What Chimpanzees Have Taught Me About Who We Are.
Un libro fundamental, que tal vez resuelva el problema del origen de la
inteligencia, mostrando las fatales consecuencias de nuestra ignorancia.)
Fromm, Erich (1991) El arte de amar
(Ed. Paidos. Barcelona)
Herrán Gascón, Agustín de la (1998) La
conciencia humana. Hacia una educación transpersonal (Ed. San Pablo.)
Hoyle, Fred (1983) El universo
inteligente (Ed. Grijalbo. Una valiente crítica al darwinismo)
Jáuregui, José Antonio (1990) El
ordenador cerebral (Editorial Labor. Un punto de vista muy original acerca
del ser humano, la inteligencia y el darwinismo)
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Redfield, James (1997) Las nueve
Revelaciones (Ediciones B, S.A. Se podría catalogar como ``libro de la
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Taibo II, Paco Ignacio (1997) Ernesto
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